Todos los años, el Consejo Parroquial lleva a cabo una reunión de planificación para el trabajo pastoral para el siguiente año, que involucre, en cuanto protagonistas y destina- tarios, a todas las fuerzas vivas y a todas las personas que hacen su vida de iglesia en la Parroquia San Benito. El trabajo, bajo la dirección de nuestro párroco, busca analizar los métodos y prácticas que permitan que, como Parroquia, nos involucremos con mayor compromiso y alcance a la misión de la Iglesia: La Evangelización: “Y les dijo: Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda criatura (Mc. 16, 15).
El ejercicio de planificación pasa por una etapa de evaluación del trabajo desarrollado en el período anterior. Con un afán de sana crítica, el Consejo analiza todo aquello que se realizó de acuerdo al plan y en beneficio de la misión evangelizadora, pero también se analizan aquellas cosas que no pudimos hacer o que no supimos hacer. Este ejercicio de auto evaluación permite darnos cuenta que para poder realizar un mejor trabajo, debemos ampliar más nuestros conocimientos e introducir nuevas ideas que nos ayuden a ser más efectivos, más eficientes y con un mayor alcance en el trabajo pastoral. Pero toda esta labor de planificación debe estar fundamentada en la verdad, y hablamos de la verdad absoluta, la verdad de Cristo, que nos de la certeza que estamos construyendo nuestra casa “sobre la roca” (Mt 7,24) y ciertamente que esta roca firme es Cristo que con su Palabra (las sagradas Escrituras) y con la Tradición deben ser el fundamento que debe inspirar y orientar nuestros esfuerzos. Pero fácilmente podemos equivocar el camino, al juzgar con nuestros criterios humanos lo que debemos hacer y como debemos hacerlo. Es aquí en donde el Magisterio de la Iglesia viene en nuestro auxilio convirtiéndose en “luz en mi camino y lámpara a mis pies” (Sal 119) para ayudarnos a comprender y ampliar el auténtico sentido y propósito de la revelación divina.