En el mes de Mayo celebramos a MARIA, AUXILIO DE LOS CRISTIANOS.
Fiesta de María Auxiliadora: 24 de mayo.
Una de las advocaciones marianas con mayor devoción entre los católicos es Nuestra Señora, María Auxiliadora: La que trae auxilios venidos del cielo, la que nos ofrece a los creyentes el auxilio de Dios.
Estudiando la historia de la devoción, se dice que el primero que llamó a la Virgen con ese título fue San Juan Crisóstomo, obispo de Constantinopla, quien en el año 345, exclamó: “Tú, María, eres auxilio potentísimo de Dios”.
San Juan Damasceno en 749 fue el primero en propagar la jaculatoria: “María Auxiliadora, rogad por nosotros”. Y repite: la Virgen es “auxiliadora para evitar males y peligros y auxiliadora para conseguir la salvación”.
En 1808 durante la revolución francesa. Italia estaba dominada por el emperador Napoleón Bonaparte, quien hizo encarcelar en 1809, al Papa Pio VII, durante más de tres años. Cuando se encontraba prisionero, el Papa Pio VII, quien era sumamente devoto a La Virgen Maria Auxilio de los Cristianos hizo esta promesa a la Virgen: Oh Madre de Dios si me libras de esta indigna prisión, te honrare decretando una nueva fiesta en la Iglesia Católica.
Inesperadamente, Napoleón fue derrotado y abdicó, así, de esta manera, el Papa pudo regresar a su sede pontificia. El 24 de mayo de 1814, cumpliendo su promesa y, en memoria del favor recibido por intercesión de la Virgen, Pio VII decreto que cada 24 de mayo se celebrara la fiesta de Maria Auxiliadora como acción de gracias a la Madre de Dios.
San Juan Bosco, fue un devoto fervoroso de María Auxiliadora, y difundió la advocación a la Virgen Maria Auxiliadora. El Santo veía el florecimiento de sus obras apostólicas y educativas entre jóvenes como una obra de la Virgen Maria.
En 1860, San Juan Bosco comenzó a referirse a Ella como Maria Auxiliadora, y ese mismo año relata en sus memorias, que la Virgen le manifiesta su deseo de ser honrada bajo dicho advocación y su petición para que se construya un templo. Esta obra que se materializo el 9 de junio de 1868 en Turín, Italia.
San Juan Bosco decía: “Quien invoca a Maria siempre recibe el auxilio divino” – María es nuestro auxilio, siempre dispuesta a ayudarnos en nuestros momentos más difíciles.
Colaboración de Carmen Elena Burgos de Rodríguez, Ministro Extraordinario de La Comunión.