MENSAJE DEL OBISPO – COVID19

MENSAJE DEL OBISPO

En la Emergencia Causada por el Covid 19

Amadísimos hermanos y hermanas, vaya un fuerte abrazo para cada uno, con los mejores deseos de bien para todos.

Agradezco profundamente a todos, sus oraciones y su afecto.

Quiero dirigirme en primer lugar a mis hermanos sacerdotes, para agradecerles su gran amor por nuestro pueblo y a la vez animarles a seguir adelante en estos momentos especiales de nuestra historia, en el que está en peligro la vida de nuestros hermanos y hermanos. Nuestro corazón de pastores, nos hace sentir con dolor todo lo que está pasando, a nivel mundial cada día un gran número de personas mueren y un número mayor son contagiadas, solo en Italia ayer viernes 20 de marzo de 2020, murieron 627 personas y 4,670 fueron contagiadas. Aquí en El Salvador, desde ayer tenemos ya 3 casos confirmados, de personas contagiadas con el coronavirus. Vivimos una grave emergencia nacional para que no haya una explosión de contagios en nuestro pueblo; siendo que somos un país con una gran sobrepoblación, y carentes de suficientes recursos para hacer frente a u contagio masivo, sería terrible una contaminación multitudinaria, que Dios no lo permita. La recomendación es a permanecer en casa, porque el covid 19 es un virus que se transmite por el aire y la persona que lo transmite muchas veces es una persona “sana”, tal vez ni se da cuenta, por eso todas las personas deben permanecer en casa. Como pastores debemos hacer todo lo posible porque nuestros fieles permanezcan en casa, no podemos exponerles; esa es la razón por la que los obispos hemos suspendido todas las actividades religiosas y pastorales con presencia de fieles, por favor no desobedezcan la indicación, es esta, hoy, nuestra responsabilidad pastoral, evitar toda reunión de fieles, por eso los templos deben permanecer cerrados, durante esta emergencia. Tampoco se puede visitar los hogares, ni siquiera visitar a los enfermos, porque ponemos en peligro a las personas al visitarles, podemos ser transmisores del virus. Les pido que seamos sumamente responsables, protegiendo la vida de nuestros hermanos.

La caridad pastoral tenemos que entenderla hoy como la santa obligación de atender y servir a nuestros hermanos, con mucha cercanía afectiva, pero desde la distancia. Por eso conviene que nos sintamos obligados a celebrar todos los días la santa misa por nuestros fieles y es de desear que se suba al internet, para que por las redes sociales llegue a nuestros fieles. Este servidor transmite en vivo, por radio, televisión y redes sociales la celebración eucarística a las 7.00 a.m. todos los días (domingos a las 8.00. a.m.) como de costumbre. Por favor hagamos toda una auténtica pastoral, a través de las redes sociales, dándoles a nuestros hermanos laicos los recursos necesarios para que celebren y vivan su fe en familia, en una verdadera “iglesia doméstica”. Les invito a oremos mucho por nuestro pueblo. El que más ama al pueblo es el que más ora por él.

A nuestras hermanas religiosas, hermanos religiosos, a nuestros seminaristas y a todos nuestros humanos laicos y laicas, les expreso todo mi afecto, cariño y aprecio. Estén seguros de mi oración por ustedes y les agradezco sus oraciones y les pido por favor oren siempre por nosotros. Quiero esta vez pedirles encarecidamente, que permanezcan en sus casas, que cuiden de sus familias, no tienen que venir al templo, los templos estarán cerrados. Están dispensados del precepto de la misa dominical. Pero por favor en casa vivan su fe. Nosotros los sacerdotes estamos orando continuamente por ustedes, muy cerca de ustedes espiritualmente, todos los días ofrecemos la santa misa por ustedes, el Oficio Divino y nuestra oración personal, pidiendo a Dios que les proteja y les bendiga en esta situación tan grave que atravesamos. Nuestra televisión católica y las radios católicas tienen toda una programación diaria, pretendemos que les ayude a vivir su fe en familia: la santa misa, la meditación de la Palabra, rosarios, viacrucis, ejercicios espirituales y otros. Todo ello con la finalidad de ayudarles para que reunidos en familia puedan crecer en la fe y que todos estemos unidos en oración clamando la misericordia de Dios, para que ponga su mano y proteja el mundo y a nuestro país de tan terrible pandemia que nos ataca.

Finalmente, por intercesión de María santísima y Monseñor Romero imploro para todos la protección y bendición de Dios. Que la bendición de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes.

San Salvador, 21 de marzo de 2020