El perdón y amor de Dios

XXIV domingo del Tiempo Ordinario – La finalidad de las tres parábolas de Jesús, como nos ha dicho Lucas, es precisamente “enseñar” a los fariseos, que se creían justos y perfectos, a ser más misericordiosos en su corazón, y no escandalizarse porque Jesús sea demasiado misericordioso. El pastor no abandona a la oveja, sino que toma la iniciativa, la busca y se alegra al encontrarla. La mujer no cesa hasta encontrar la moneda y comparte su alegría con las vecinas. El padre del hijo pródigo no le echa en cara su conducta: se adelanta a recibirle, le perdona y le organiza una fiesta. Descarga la homilía completa de este domingo aquí.

Domingo, 14 de septiembre, 2025 | Homilía Pbro. Carlos Chavarría