Despues de la Santa Misa


ORACIÓN A S. MIGUEL

Arcángel San Miguel, defiéndenos en la lucha, sé nuestro amparo contra la maldad y las asechanzas del demonio. Pedimos suplicantes que Dios lo mantenga bajo su imperio; y tú, Príncipe de la milicia celestial, arroja al infierno con el poder divino, a Satanás y a los otros espíritus malvados, que andan por el mundo tratando de perder a las almas. Amén.

ORÁTIO AD S. MÍCHAËL

Sancte Míchaël Archángele, defénde nos in prœlio: contra nequítiam et insídias diáboli esto præsídium. Impéret illi Deus, súpplices deprecámur; tuque, Princeps milítiæ cæléstis, sátanam aliósque spíritus malígnos, qui ad per­di­tiónem animárum pervagántur in mundo, divína virtúte in inférnum detrúde. Amen.

ORACIÓN DE STO. TOMÁS DE AQUINO

Gracias te doy, Señor santo, Padre to­do­poderoso, Dios eterno, porque a mí, pecador, indigno siervo tuyo, sin mérito alguno de mi parte, sino por pura concesión de tu mi­se­ri­cordia, te has dignado alimentarme con el precioso cuerpo y sangre de tu unigénito Hijo mi Señor Jesucristo.
Suplícote que esta sagrada comunión no me sea ocasión de castigo, sino intercesión saludable para el perdón; sea armadura de mi fe, escudo de mi buena voluntad, muerte de todos mis vicios, exterminio de todos mis carnales apetitos; aumento de caridad, paciencia y verdadera humildad, y de todas las virtudes: sea perfecto sosiego de mi cuerpo y de mi espíritu, firme defensa contra todos mis enemigos visibles e invisibles, perpetua unión contigo, único y verdadero Dios, y sello de mi muerte dichosa.
Ruégote que tengas por bien llevar a este pecador a aquel convite inefable, donde tú, con tu Hijo y el Espíritu Santo, eres para tus santos luz verdadera, sa­tis­facción cumplida, gozo perdurable, dicha consumada y felicidad perfecta. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

ORÁTIO S. THOMÆ AQUINÁTIS

Grátias tibi ago, Dómine, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus, qui me peccatórem, indígnum fámulum tuum, nullis meis méritis, sed sola dignatióne mi­se­ri­córdiæ tuæ satiáre dignátus es pretióso Córpore et Sánguine Fílii tui Dómini nostri Iesu Christi.
Et precor, ut hæc sancta commúnio non sit mihi reátus ad pœnam, sed intercéssio salutáris ad véniam. Sit mihi armatúra fídei et scutum bonæ voluntátis. Sit vitiórum meórum evacuátio, con­cu­piscéntiæ et libídinis ex­ter­mi­nátio, caritátis et patiéntiæ, humilitátis et obœdiéntiæ, omniúmque virtútum augmentátio; contra insídias inimicórum ómnium, tam visibílium, quam in­vi­si­bílium, firma defénsio; mótuum meórum, tam carnálium quam spirituálium, perfécta quietátio: in te uno ac vero Deo firma adhǽsio; atque finis mei felix consummátio.
Et precor te, ut ad illud ineffábile convívium me peccatórem perdúcere dignéris, ubi tu cum Fílio tuo et Spíritu Sancto, Sanctis tuis es lux vera, satíetas plena, gáudium sem­pi­térnum, iucúnditas consummáta et felícitas perfécta. Per Christum Dóminum nostrum. Amen.

ORACIÓN DE S. BUENAVENTURA

Traspasa, dulcísimo Jesús y Señor mío, la médula de mi alma con el suavísimo y sa­lu­da­bi­lísimo dardo de tu amor; con la verdadera, pura y santísima caridad apostólica, a fin de que mi alma desfallezca y se derrita siempre sólo en amarte y en deseo de poseerte: que por ti suspire, y desfallezca por hallarse en los atrios de tu casa; anhele ser desligada del cuerpo para unirse contigo.
Haz que mi alma tenga hambre de ti, Pan de los ángeles, alimento de las almas santas, Pan nuestro de cada día, lleno de fuerza de toda dulzura y sabor, y de todo suave deleite.
¡Oh Jesús, en quien desean mirar los ángeles!, tenga siempre mi corazón hambre de ti y el interior de mi alma rebose con la dulzura de tu sabor; tenga siempre sed de ti, fuente de vida, manantial de sabiduría y de ciencia, río de luz eterna, torrente de delicias, abundancia de la casa de Dios.
Que te desee, te busque, te halle; que a ti vaya y a ti llegue; en ti piense, de ti hable, y todas mis acciones encamine a honra y gloria de tu nombre, con humildad y discreción, con amor y deleite, con facilidad y afecto, con per­se­ve­rancia hasta el fin; para que tú solo seas siempre mi esperanza, toda mi confianza, mi riqueza, mi deleite, mi contento, mi gozo, mi descanso y mi tran­qui­lidad, mi paz, mi suavidad, mi perfume, mi dulzura, mi comida, mi alimento, mi refugio, mi auxilio, mi sabiduría, mi herencia, mi posesión, mi tesoro, en el cual esté siempre fija y firme e in­con­mo­vi­ble­mente arraigada mi alma y mi corazón. Amén.

ORÁTIO S. BONAVENTÚRÆ

Transfíge, dulcíssime Dómine Iesu, medúllas et víscera ánimæ meæ suavíssimo ac sa­lu­bérrimo amóris tui vúlnere, vera serenáque et apostólica sanc­tíssima caritáte, ut lángueat et liquefíat ánima mea solo semper amóre et desidério tui; te concupíscat et defíciat in átria tua, cúpiat dissólvi et esse tecum.
Da ut ánima mea te esúriat, panem Angelórum, re­fec­tiónem animárum sanctárum; panem nostrum cotidiánum, su­per­subs­tan­tiálem, habéntem omnem dulcédinem et sapórem et omne de­lec­ta­méntum suavitátis.
Te, in quem desíderant Ángeli prospícere, semper esúriat et cómedat cor meum, et dulcédine sapóris tui repleántur víscera ánimæ meæ; te semper sítiat fontem vitæ, fontem sapiéntiæ et sciéntiæ, fontem ætérni lúminis, torréntem voluptátis, ubertátem domus Dei.
Te semper ámbiat, te quærat, te invéniat, ad te tendat, ad te pervéniat, te meditétur, te loquátur, et ómnia operétur in laudem et glóriam nóminis tui, cum humilitáte et discretióne, cum dilectióne, et de­lec­ta­tióne, cum facilitáte et afféctu, cum per­se­verántia usque in finem; ut tu sis solus semper spes mea, tota fidúcia mea, divítiæ meæ, delectátio mea, iucúnditas mea, gáudium meum, quies et tran­quíllitas mea, pax mea, suávitas mea, odor meus, dulcédo mea, cibus meus, reféctio mea, refúgium meum, auxílium meum, sapiéntia mea, pórtio mea, posséssio mea, thesáurus meus, in quo fixa et firma et immobíliter semper sit radicáta mens mea et cor meum. Amen.

ORACIÓN UNIVERSAL

Atribuida al Papa Clemente XI

Creo, Señor, haz que crea con más firmeza; espero, haz que espere con más confianza; amo, haz que ame con más ardor; me arrepiento, haz que tenga mayor dolor.
Te adoro como primer principio; te deseo como último fin; te alabo como bienhechor perpetuo; te invoco como defensor propicio.
Dirígeme con tu sabiduría, átame con tu justicia, consuélame con tu clemencia, protégeme con tu poder.
Te ofrezco, Señor, mis pen­sa­mientos, para que se dirijan a ti; mis palabras, para que hablen de ti; mis obras, para que sean tuyas, mis con­tra­riedades, para que las lleve por ti.
Quiero lo que quieras, quiero porque quieres, quiero como lo quieres, quiero hasta que quieras.
Señor, te pido que ilumines mi en­ten­di­miento, inflames mi voluntad, limpies mi corazón, santifiques mi alma.
Que me aparte de mis pasadas iniquidades, rechace las tentaciones futuras, corrija las malas in­cli­naciones, practique las virtudes necesarias.
Concédeme, Dios de bondad, amor a ti, odio a mí, celo por el prójimo y desprecio a lo mundano.
Que sepa obedecer a los superiores, ayudar a los inferiores, aconsejar a los amigos y perdonar a los enemigos.
Que venza la sensualidad con la mor­ti­fi­cación, la avaricia con la generosidad, la ira con la bondad, la tibieza con la piedad.
Hazme prudente en los consejos, constante en los peligros, paciente en las con­tra­riedades, humilde en la prosperidad.
Señor, hazme atento en la oración, sobrio en la comida, constante en el trabajo, firme en los propósitos.
Que procure tener inocencia interior, modestia exterior, con­ver­sación ejemplar y vida ordenada.
Haz que esté atento a dominar mi naturaleza, a fomentar la gracia, servir a tu ley y a obtener la salvación.
Que aprenda de ti qué poco es lo terreno, qué grande lo divino, qué breve el tiempo, qué durable lo eterno.
Concédeme preparar la muerte, temer el juicio, evitar el infierno y alcanzar el paraíso. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

ORÁTIO UNIVERSÁLIS

Sub nómine Cleméntis PP. XI vulgáta

Credo, Dómine, sed credam fírmius; spero, sed sperem secúrius; amo, sed amem ardéntius; dóleo, sed dóleam veheméntius.
Adoro te ut primum princípium; desídero ut finem últimum; laudo ut be­ne­fac­tórem perpétuum; ínvoco ut defensórem propítium.
Tua me sapiéntia dírige, iustítia cóntine, cleméntia soláre, poténtia prótege.
Óffero tibi, Dómine, cogitánda, ut sint ad te; dicénda, ut sint de te; faciénda, ut sint secúndum te; ferénda, ut sint propter te.
Volo quidquid vis, volo quia vis, volo quómodo vis, volo quámdiu vis.
Oro, Dómine: in­te­lléctum illúmines, voluntátem inflámmes, cor emúndes, ánimam sanctífices.
Défleam prætéritas iniquitátes, repéllam futúras tentatiónes, córrigam vitiósas pro­pen­siónes, éxcolam idóneas virtútes.
Tríbue mihi, bone Deus, amórem tui, ódium mei, zelum próximi, contémptum mundi.
Stúdeam su­pe­rióribus obœdíre, in­fe­rióribus subveníre, amícis consúlere, inimícis párcere.
Vincam voluptátem austeritáte, avarítiam largitáte, iracúndiam lenitáte, te­pi­di­tátem fervóre.
Redde me prudéntem in consíliis, constántem in perículis, patiéntem in advérsis, húmilem in prósperis.
Fac, Dómine, ut sim in oratióne atténtus, in épulis sóbrius, in múnere sédulus, in propósito fírmus.
Curem habére inno­cén­tiam interiórem, modéstiam exteriórem, con­ver­sa­tiónem exemplárem, vitam regulárem.
Assídue invígilem natúræ domándæ, grátiæ fovéndæ, legi servándæ, salúti promeréndæ.
Discam a te quam ténue quod terrénum, quam grande quod divínum, quam breve quod tem­po­ráneum, quam durábile quod ætérnum.
Da, ut mortem prævéniam, iudícium pertímeam, inférnum effúgiam, paradísum obtíneam. Per Christum Dóminum nostrum. Amen.

A JESÚS CRUCIFICADO

Mírame, ¡oh mi amado y buen Jesús!, postrado en tu presencia: te ruego, con el mayor fervor, imprimas juntamente en mi corazón los sen­ti­mientos de fe, esperanza, caridad, dolor de mis pecados y firmísimo propósito de jamás ofenderte; mientras que yo, con gran amor y compasión, voy con­si­derando tus cinco llagas, comenzando por aquello que dijo de ti, ¡oh Dios mío!, el santo profeta David: Han taladrado mis manos y mis pies, y se pueden contar todos mis huesos (Sal. 21,17-18) .

ORÁTIO S. BONAVENTÚRÆ

En ego, o bone et dulcíssime Iesu, ante conspéctum tuum génibus me provólvo, ac máximo ánimi ardóre te oro atque obtéstor, ut meum in cor vívidos fídei, spei et caritátis sensus, atque veram peccatórum meórum pœ­ni­tén­tiam, eáque emmendándi fir­mís­si­mam voluntátem velis imprímere; dum magno ánimi afféctu et dolóre tua quinque vúlnera mecum ipse consídero ac mente contémplor, illud præ óculis habens, quod iam in ore ponébat tuo David prophéta de te, o bone Iesu: Fodérunt manus meas et pedes meos: di­nu­me­ravérunt ómnia ossa mea (Ps. 21,17-18).

ALMA DE CRISTO

Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a ti.
Para que con tus santos te alabe por los siglos de los siglos. Amén

ASPIRATIÓNES AD SSMUM. REDEMPTÓREM

Ánima Christi, sanctífica me.
Corpus Christi, salva me.
Sanguis Christi, inébria me.
Aqua láteris Christi, lava me.
Pássio Christi, confórta me.
O bone Iesu, exáudi me.
Intra tua vúlnera abscónde me.
Ne permíttas me separári a te.
Ab hoste malígno defénde me.
In hora mortis meæ voca me.
Et iube me veníre ad te.
Ut cum Sanctis tuis laudem te in sǽcula sæculórum. Amen

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN

Oh María, Virgen y Madre Santísima, he recibido a tu Hijo amadísimo, que concebiste en tus inmaculadas entrañas, criándolo y ali­men­tándolo con tu pecho, y lo abrazaste amo­ro­samente.
Al mismo que te alegraba contemplar y te llenaba de gozo, te lo presento y te lo ofrezco con amor y humildad para que lo abraces, lo quieras con tu corazón y lo ofrezcas como supremo culto de latría a la Santísima Trinidad, por tu honor y por tu gloria, y por mis necesidades y las de todo el mundo.
Te ruego, piadosísima Madre, que me alcances el perdón de todos mis pecados y gracia abundante para servirte desde ahora con mayor fidelidad; y por último, la gracia de la per­se­ve­rancia final, para que pueda alabarle contigo por los siglos de los siglos. Amén.

ORÁTIO AD B. MARÍAM VÍRGINEM

O Maria, Virgo et Mater sanctíssima, ecce suscépi di­lec­tíssimum Fílium tuum, quem immaculáto útero tuo concepísti, genuísti, lactásti, atque suavíssimis ampléxibus strinxísti.
Ecce, cuius aspéctu lætabáris et ómnibus delíciis replebáris, illum ipsum tibi humíliter et amánter repræsénto et óffero tuis bráchiis con­strin­géndum, tuo corde amándum, sanc­ti­ssimǽque Trinitáti in suprémum latríæ cultum, pro tui ipsíus honóre et glória et pro meis totiúsque mundi ne­ce­ssi­tátibus, offeréndum.
Rogo ergo te, piíssima Mater, ímpetra mihi véniam ómnium peccatórum meórum, uberémque grátiam ipsi deínceps fidélius serviéndi, ac dénique grátiam finálem, ut eum tecum laudáre possim per omnia sǽcula sæculórum. Amen.

ORACIÓN A S. JOSÉ

Custodio y padre de vírgenes San José, a cuya fiel custodia fueron en­co­men­dadas la misma inocencia Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María: por estas dos que­ri­dísimas prendas, Jesús y María, te ruego y te suplico me alcances que, preservado de toda impureza, sirva siempre con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.

ORÁTIO AD S. IOSEPH

Vírginum custos et pater, sáncte Ioseph, cuius fidéli custódiæ ipsa Innocéntia Christus Iesus et Virgo vírginum Maria commíssa fuit: te per hoc utrúmque caríssimum pignus Iesum et Maríam óbsecro et obtéstor, ut me, ab omni immundítia præ­ser­vátum, mente in­con­ta­mináta, puro corde et casto córpore Iesu et Maríæ semper fácias castíssime famulári. Amen.

CÁNTICO DE LOS TRES JÓVENES

Antífona. Cantemos el himno de los tres jóvenes, el que los santos cantaban en el horno encendido alabando al Señor (T. P. Aleluya).

TRIUM PUERÓRUM

Antíphona. Trium puerórum cantémus hymnum, quem cantábant sancti in camíno ignis, be­ne­di­céntes Dóminum (T. P. Allelúia).

Cánticum Trium Puerórum
Dan. 3, 57-88 et 56

1. Bendecid al Señor, todas las obras del Señor; alabadle y ensalzadle por siempre.
2. Bendecid, cielos, al Señor, bendecid al Señor, ángeles del Señor.
3. Bendecid al Señor todas las aguas que hay sobre los cielos; bendiga todo poder al Señor.
4. Bendecid al Señor, sol y luna; estrellas del cielo, bendecid al Señor.
5. Bendecid al Señor, toda la lluvia y el rocío; todos los vientos, bendecid al Señor.
6. Bendecid al Señor, el fuego y el calor; frío y calor, bendecid al Señor.
7. Bendecid al Señor, rocíos y escarchas; hielo y frío, bendecid al Señor.
8. Bendecid al Señor, hielos y nieves; noches y días, bendecid al Señor.
9. Bendecid al Señor, luz y tinieblas; rayos y nubes, bendecid al Señor.
10. Bendiga la tierra al Señor; alábele y ensálcele para siempre.
11. Bendecid al Señor, montes y collados; todas las cosas que germinan en la tierra, bendecid al Señor.
12. Bendecid al Señor, mares y ríos; fuentes, bendecid al Señor.
13. Bendecid al Señor, ballenas y todo lo que vive en el mar; todas las aves del cielo, bendecid al Señor.
14. Bendecid al Señor, todos los animales y ganados; bendecid, hijos de los hombres, al Señor.
15. Bendice, Israel al Señor; alabadle y ensalzadle por siempre.
16. Bendecid al Señor, sacerdotes del Señor; bendecid al Señor, siervos del Señor.
17. Bendecid al Señor, espíritus y almas de los justos; santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
18. Bendecid al Señor, Ananías, Azarías y Misael; alabadle y ensalzadle para siempre.
19. Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo; alabémosle y en­sal­cémosle para siempre.
20. Bendito eres en el firmamento del cielo, y loable y glorioso por siempre.
Aquí no se dice Gloria, ni Amén.

1. Benedícite, ómnia ópera Dómini, Dómino, laudáte et su­per­exal­táte eum in sǽcula.
2. Benedícite, cæli, Dómino, benedícite, ángeli Dómini, Dómino.
3. Benedícite, aquæ omnes, quæ super cælos sunt, Dómino, benedícat omnis virtus, Dómino.
4. Benedícite, sol et luna, Dómino, benedícite, stellæ cæli, Dómino.
5. Benedícite, omnis imber et ros, Dómino, benedícite, omnes venti, Dómino.
6. Benedícite, ignis et æstus, Dómino, benedícite, frigus et æstus, Dómino.
7. Benedícite, rores et prúina, Dómino, benedícite, gelu et frigus, Dómino.
8. Benedícite, glácies et nives, Dómino, benedícite, noctes et dies, Dómino.
9. Benedícite, lux et ténebræ, Dómino, benedícite, fúlgura et nubes, Dómino.
10. Benedícat terra Dóminum, laudet et su­per­exáltet eum in sǽcula.
11. Benedícite montes et colles, Dómino, benedícite, univérsa germinántia in terra, Dómino.
12. Benedícite, mária et flúmina, Dómino, benedícite, fontes, Dómino.
13. Benedícite, cete et ómnia, quæ movéntur in aquis, Dómino, benedícite, omnes vólucres cæli, Dómino.
14. Benedícite, omnes béstiæ et pécora, Dómino, benedícite, fílii hóminum, Dómino.
15. Bénedic, Ísraël, Dómino, laudáte et su­per­exal­táte eum in sǽcula.
16. Benedícite, sacerdótes Dómini, Dómino, benedícite, servi Dómini, Dómino.
17. Benedícite, spíritus et ánimæ iustórum, Dómino, benedícite, sancti et húmiles corde, Dómino.
18. Benedícite, Ananía, Azaría, Mísaël, Dómino, laudáte et su­per­exal­táte eum in sǽcula.
19. Benedicámus Patrem et Fílium cum Sancto Spíritu; laudémus et su­per­exal­témus eum in sǽcula.
20. Benedíctus es in firmaménto cæli et laudábilis et gloriósus in sǽcula.
Hic non dícitur Glória Patri, neque Amen.

Psalmus 150

1. Alabad al Señor en su santuario; alabadle en su augusto firmamento.
2. Alabadle por sus grandiosas obras; alabadle por su inmensa majestad.
3. Alabadle con sones de trompetas; alabadle con salterio y cítara.
4. Alabadle tañendo tímpanos y cantando a coro; alabadle con ins­tru­mentos de cuerda y voces de órgano.
5. Alabadle con címbalos resonantes, alabadle con címbalos de alegría: todo espíritu alabe al Señor.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Antífona. Cantemos el himno de los tres jóvenes, el que los santos cantaban en el horno encendido alabando al Señor (T. P.Aleluya).


Todos se ponen de pie y quien dirige el rezo dice:
V/ . Señor, ten piedad. R/. Cristo, ten piedad. Señor, ten piedad.
Padre nuestro.
V/ . No nos dejes caer en la tentación.
R/. Y líbranos del mal.
V/ . Que te alaben, Señor, todas tus obras.
R/. Y que tus santos te bendigan.
V/ . Se regocijarán los santos en la gloria.
R/. Y se alegrarán en sus moradas.
V/ . No a nosotros, Señor, no a nosotros.
R/. Sino a tu nombre da la gloria.
V/ . Señor, escucha mi oración.
R/. Y llegue a ti mi clamor.


Los sacerdotes añaden:
V/ . El Señor esté con vosotros.
R/. Y con tu espíritu.


ORACIÓN


Oh Dios, que mitigaste las llamas del fuego para los tres jóvenes, concédenos be­nig­na­mente a tus siervos que no nos abrase la llama de los vicios.
Te rogamos, Señor, que prevengas nuestras acciones con tu inspiración y que las acompañes con tu ayuda, para que así toda nuestra oración y obra comience siempre en ti, y por ti se concluya.
Danos Señor, te pedimos, poder apagar las llamas de nuestros vicios. Tú que le concediste a san Lorenzo vencer el fuego que le atormentaba. Por Cristo nuestro Señor.
R/. Amén.

1. Laudáte Dóminum in sanctuário eius, laudáte eum in firmaménto virtútis eius.
2. Laudáte eum in magnálibus eius, laudáte eum secúndum mul­ti­túdinem mag­ni­túdinis eius.
3. Laudáte eum in sono tubæ, laudáte eum in psaltério et cíthara.
4. Laudáte eum in týmpano et choro, laudáte eum in chordis et órgano.
5. Laudáte eum in cýmbalis be­ne­so­nántibus, laudáte eum in cýmbalis iu­bi­la­tiónis: omne quod spirat, laudet Dóminum.
Glória Patri, et Fílio, et Spirítui Sancto.
Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, et in sǽcula sæculórum. Amen.
Antiphona. Trium puerórum cantémus hymnum, quem cantábant sancti in camíno ignis, be­ne­di­céntes Dóminum (T. P. Allelúia).


Omnes exsúrgunt, et qui preces moderátur dicit:
V/ . Kyrie, eléison. R/. Christe, eléison. Kyrie, eléison.
Pater noster.
V/ . Et ne nos indúcas in ten­ta­tiónem.
R/. Sed líbera nos a malo.
V/ . Con­fi­teántur tibi, Dómine, ómnia ópera tua.
R/. Et Sancti tui benedícant tibi.
V/ . Exsultábunt sancti in glória.
R/. Lætabúntur in cubílibus suis.
V/ . Non nobis, Dómine, non nobis.
R/. Sed nómini tuo da glóriam.
V/ . Dómine, exáudi oratiónem meam.
R/. Et clamor meus ad te véniat.


Sacerdotes addunt:
V/ . Dóminus vobíscum.
R/. Et cum spí­ri­tu tuo.


ORÉMUS


Deus, qui tribus púeris mitigásti flammas ígnium, concéde propítius; ut nos fámulos tuos non exúrat flamma vitiórum.
Actiónes nostras, quǽsumus, Dómine, aspirándo prǽveni et adiuvándo proséquere: ut cuncta nostra orátio et operátio a te semper incípiat, et per te cœpta finiátur.
Da nobis, quǽsumus, Dómine, vitiórum nostrórum flammas extínguere; qui beato Lauréntio tribuísti tor­men­tórum suórum incéndia superáre. Per Christum Dóminum nostrum.
R/. Amen.